El segundo dia por la mañana amanecio lloviendo, como el dia anterior, despues de quejarme un poco por levantarnos tan temprano descendimos por el camino de la cara norte de nuestro hotel, podiamos haber hecho un campamento base en el rellano de las escaleras porque menuda pendiente. Bueno, lo que decia, despues de salir a la calle nos fuimos a ver la casa de Anna Frank, que estaba justo al lado del hotel. Antes de entrar desayunamos en un cafe que habia al lado.
A la hora de entrar en el museo nos saltamos la cola, porque si reservabas las entradas por internet no tenias que comerte la cola que daba vuelta a la esquina. Segun entrabas en la casa te iban explicando mediante videos toda la historia de la familia Frank, de como se escondieron en los almacenes de la parte de atras de la oficina que tenia el padre. Es una pena que no conservaran los muebles, aunque habia fotos, porque daba una sensacion de vacio. Pasamos por la libreria que escondia la puerta de entrada a la parte donde vivia la familia Frank. Lo mas impresionante de todo es que justo antes de salir habia una antesala donde estaba el diario original que Anna Frank habia escrito durante el tiempo que habia estado escondida, la verdad es que es algo que impresiona ver, es la triste realidad de una epoca que le toco vivir a una niña de apenas 10 años.
Despues de ver el museo de Anna Frank nos fuimos a coger el tranvia, para irnos al museo Van Gogh que estaba en la parte sur de Amsterdam. Que contar del museo Van Gogh? pues eso, que es un museo, con muchos cuadros, estaba el de los girasoles, el de la habitacion, autorretratos… Lo que si aprendi es que Van Gogh tiene tantos autorretratos no porque fuera vanidoso, sino porque era pobre y no tenia dinero para pagarse modelos. La verdad es que fue una visita relativamente rapida y en mi grupo habia dos tipos de visitantes, el pesao que se leia todo y veia todos los cuadros y la que miraba los cuadros en diagonal segun iba caminando 🙂
Al salir del museo Van Gogh dimos un paseo por la zona sur de Amsterdam, habia un parque donde la gente iba a pasear en bici, algo estilo el Retiro o el parque Isabel la Catolica. De la que pasamos por el parque fuimos a la zona de tiendas mas conocida, habia marcas pijas que te cagas tia osea 😀
De la que ibamos caminando empezaban a rugir las tripas, y despues de no arreglarnos para decidir donde comer acabamos yendo en tranvia a una plaza que hay camino del hotel. Alli acabamos comiendo un poco de cada sitio, en establecimientos de comida rapida, empezamos comiendo una croqueta de esas que les gustan tanto a los holandeses en el Febo, la cadena esa que tiene puertecitas donde esta la comida, echas los euros y se abre, magia! Despues fuimos a comer una especie de pan de queso que hacian en las panaderias, me sorprendio que te lo daban con la mano a pelo sin nada, ni servilletas ni na, pero lo que no mata…
El plato fuerte lo cogimos en el Wok to Walk, esos cartoncitos con comida china que salen tanto en las peliculas americanas, con palillos y todo, unos tallarines con pollo y salsa agridulce. Por ultimo acabamos mutando en una heladeria de Hagen Dazs, antes de pasar al siguiente paso de nuestra excursion.
La tarde fue sencilla, un paseo en barco por los canales de Amsterdam, algo en plan «Barco del Amor» 😀 El barco estaba muy bien, se parecia a los bateaux de Paris, pasaba por todos los canales y el viaje duraba unas dos horas, yo me pase el rato haciendo fotos a todo mientras tenia una marmotilla al lado que daba cabezadas, es lo que tiene la adiccion a la siesta.
Pasamos por un monton de compuertas, vimos casas barco en el canal, por la casa del alcalde de Amsterdam, por iglesias, el museo naval, el parque botanico… una visita completa a la ciudad con un monton de fotos.
Despues del viaje estabamos destrozados, asi que nos fuimos al hotel para dormir un poco, se nos fue la hora y acabamos saliendo a las 10 de la noche a buscar un sitio donde cenar. Claro, como Spain is different aqui puedes encontrar sitio para cenar a las 12 de la noche, alli a partir de las 10 esta bastante dificil. Acabamos cenando en una parrilla argentina en el Barrio Rojo, con un gato de por medio. Alli debe de ser cosumbre tener gatos en los restaurantes, en este caso gata, aqui vienen los de sanidad y te meten un puro que pa que, pero bueno costumbres de alli. Por cierto, le debi de caer bien a la gata, porque solo se arrimaba a mi, puedo decir que ligue en Amsterdam 😀
Despues de la cena a tomar un algo por ahi, acabamos en una especie de pub irlandes que tenia de todo, sus banderas, sus bufandas de futbol, sus borrachos… estaba todo lo tipico de irlanda, y era uno de los pocos sitios que habia abiertos. Despues de tomarnos un par de pintas el camarero toco la campana, que se cerraba en media hora, asi que en cuanto cerraron nos fuimo al hotel a dormir para irnos el dia siguiente de excursion.