El 21 de diciembre a las 11:12 UTC esta previsto que se acabe el mundo, o al menos eso dicen, pero los Mayas cuando establecieron esa fecha no pensaron en uno de los pueblos que en el futuro iba a poblar el planeta, y en concreto en esta hermosa tierra de piel de toro, el pueblo Español.
Analizando la fecha nos damos cuenta que no es posible un fin del mundo para un españolito medio ese día y esa hora que anuncian los sabios Mayas. Para empezar el 21 de diciembre es un viernes, ya están jodiendo los señores Mayas, no podíamos haber esperado al lunes no, tiene que ser justo cuando empieza el fin de semana.
Pero si analizamos la hora vemos que las 11:12 UTC corresponden a las 12:12(GMT+1) de Españistan, justo la hora del pincho y el botellín, uno de los momentos mas felices del día. Anda que no podían haberlo puesto a las 8 de la mañana cuando vas todo apretado en el metro o en el autobus oliendo a sobaco y a sudor añejo. Ahí señores Mayas es cuando el españolito medio reclama un apocalipsis.
Pero este fin del mundo se ha planificado con mucha mala leche cebándose en el pueblo español, como decía el 21 de diciembre es viernes, pero es peor aun, no es un viernes normal, es un viernes de vacaciones. Con lo cual la plantificación ideal hubiera sido un fin del mundo hacia las 15:30 o 16:00 justo en medio del atasco de la A6, ahí el españolito medio hubiera agradecido un apocalipsis y mas aun si vive en Madrid, cualquier cosa vale para salir del atasco. Ademas lo ideal hubiera sido un 8 de Enero, justo cuando hay que volver al curro, ese día si que hay hueco para que ocurra el fin del mundo.
Pero ahondando mas aun en la mala baba que tuvieron los Mayas al planificar el fin del mundo vemos que el día 21 de diciembre es justo el día anterior al sorteo de Navidad. Llevamos un mes comprando decimos, haciendo colas interminables en Doña Manolita, acumulando participaciones del bar de abajo, de la peluquera, de cualquiera que nos ofrezca, no vaya a ser que le toque a ese cabrón y a mi no.
Y ahora vienen estos guachupines con taparrabos y plumas diciendo que nos hemos gastado un pastizal en lotería para nada, que ni siquiera podremos ver si nos toca, que puede que palmemos con un décimo premiado sin poder cobrarlo. Señores Mayas, esperemos como mínimo al lunes, que un fin del mundo con 400mil euros en el bolsillo es menos fin del mundo.
No se cuanto les habrá costado a los señores Mayas el fin del mundo, algunos dicen que todo acabara con una llamarada solar, un asteroide, un agujero negro… Lo que esta claro es que cualquiera de estos ejemplos cuesta una pasta y ahora que estamos en tiempos de crisis no es plan de andar gastando dinero para acabar con el mundo.
Así que propongo a los Mayas que nos den un aplazamiento para el fin del mundo, si total, a la humanidad nos dejas unos cuantos añitos mas y ya acabamos nosotros solitos con el mundo sin falta de asteroides ni llamaradas solares, y ademas gratis!